viernes, 30 de noviembre de 2012

¿Alguna vez te has sentido tan simple e insignificante que hasta una pequeña mariposa puede ser mejor que tú? ¿Alguna vez has estado tan al borde del acantilado de la decepción como para sentir vértigo? ¿Alguna vez, en algún momento, por el simple hecho de haber querido ser feliz y no poder te has derrumbado aún más y ese acantilado antes dicho se ha convertido en un pozo sin fondo del cual caes y caes? ¿Alguna vez has sentido un sentimiento de culpabilidad tan grande que lo único que te apetece es volver el tiempo atrás y arreglarlo? Yo sí, todo. Seguramente penséis que vaya vida he pasado, que todo son problemas, malos ratos... Pero supongo que todo el mundo tiene días malos ¿no? No puedo pretender estar bien siempre, porque no lo voy a conseguir. En ocasiones, supongo que como todo el mundo, he intentado sacar sonrisas, y sí, lo e conseguido, pero te voy a decir como son: totalmente falsas. Y es que hay días que no consigo estar bien, recuerdo cosas, momentos vividos y no puedo evitar estar mal aunque sea un minuto. Pero se que esto no es así. Se que la vida no está para recordar días malos, ni para sufrir. Porque se que solamente tengo una vida. Ni dos, ni tres, ni cuatro, solo una. Y tengo que vivirla al máximo. Cuando me doy cuenta de la estupidez de sonrisa falsa que saco, recapitulo inmediatamente, o al menos lo intento, por que lo último que quiero es que las personas que más me importan se preocupen por chorradas que ni siquiera se merecen un 6º puesto en mis preocupaciones. Y ahora, dicho esto, os preguntareis ¿entonces si tiene esa visión de la vida, por qué empieza tan negativamente? Ya lo e dicho, todo el mundo tiene días malos, aunque no los quiera reconocer, pero es que yo siempre lo e dicho: la vida ante todo y después el ser feliz. ¿Las preocupaciones? Mejor dejarlas a un lado.

¿Entonces qué tienes?

Y simplemente llega un momento en el que te preguntas por el sentido de la vida. ¿Curiosa pregunta verdad?   Seguro que más de una vez has pensado en por qué estamos aquí. En cual es nuestro papel siendo tan pequeños en un universo tan grande. En si todo esto es de verdad o simplemente es un sueño. En si vivimos por nosotros mismos o somos controlados por algo o alguien. Es algo difícil de explicar. Muchas veces nos preguntamos si significamos algo en este mundo. Nos preguntamos por su principio y también por su final. Sí exacto, por su final. Yo creo que esto no es para siempre, simplemente pienso que lo hemos tomado prestado y que algún día lo perderemos. O bien cuando ya hayamos cumplido nuestro papel aquí, o bien cuando desaprovechemos esta oportunidad tan valiosa. Si te das cuenta, las personas nunca valoramos lo que tenemos, no valoramos que la vida debe de estar ante todo, que nada debe superponerse por encima. Pongo un ejemplo: ¿Por qué la gente se suicida? Seguramente todos pensemos que algo grave debe de haber pasado en su vida. No, simplemente valoró más otras cosas que su propia vida. Valoró más el amor, el trabajo, la sociedad, el dinero. Valoró más los problemas que tenía, que seguramente no eran tan graves. Valoró más las opiniones de la gente, dejando que eso le afectase demasiado. Y ahora viene cuando me pregunto: ¿De verdad somos tan superficiales? ¿De verdad tenemos siempre que superponer cosas tan insignificantes como por ejemplo el que dirán? ¿O simplemente el amor? ¿O el trabajo? Que estupideces... La vida, eso debería de importar, porque si no tienes vida... ¿Entonces qué tienes?

domingo, 11 de noviembre de 2012

A veces.

A veces necesitas a solo una persona. Sientes que si llega a haber estado todo habría sido muy diferente. Todo habría pasado de una manera distinta. Sientes que aunque tienes el cariño de mucha gente también necesitas el suyo. No sé, es algo difícil de explicar. Es algo que pocas personas saben de mi porque nunca lo he sacado a la luz. Siempre lo he dejado dentro de mi, hiriéndome. Tal vez por eso ahora, con 16 años recién cumplidos, soy algo sensible cuando hablo de ello. Tal vez si hubiera tenido tiempo para sacar mis sentimientos yo ahora sería más fuerte. Pero es un defecto que tengo, que me cuesta expresar lo que siento. Lo guardo para mi en una caja cerrada con llave dentro, muy dentro de mi corazón. No lo puedo evitar. Se que a veces tengo que tener fuerza y sacarlo, y lo hago no creas que no, lo hago con gente que se que me entiende. Con gente que también a llorado por lo mismo, que sabe lo que es perder a alguien, gente que aunque no lo parezca también ha llorado noches acordándose. Esa gente es exactamente la que me va a entender. Esa gente sabrá perfectamente de que estoy hablando. Los demás, simplemente pensareis que es otro tema de desamor. No es tan fácil despertarse y saber que aunque tienes un beso de buenos días siempre, lo que necesitas es dos. Dos besos, de dos personas. Dos besos, con el mismo propósito pero significados diferentes. Bueno, supongo que todos estos años he ido madurando. De pequeña pensaba que todo volvería a ser como antes, ahora esa idea la descarto, soy más realista. Se perfectamente que no será igual, lo que acaba acabó y punto final. A veces me pregunto si volveré a tener la oportunidad de volverla ver, de oír de nuevo su voz y su risa, de volver a sentir un beso y un abrazo suyo, de que me vuelva a hacer cosquillas. A veces me pregunto si sabe que estoy bien, si me ve, si me cuida. No lo sé, ahora mismo estoy perdida, pero tengo clara una cosa: sé que no hay nadie que me halla querido como ella a excepción de, tal vez, una o dos personas, se que no hay nadie que halla sufrido tanto al verme mal, sé que, aunque no este aquí yo seré capaz de vivir la vida el doble de mejor, por ella... y por mi.

viernes, 9 de noviembre de 2012

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Muchas personas me llaman bipolar. Dicen que no me comprenden. Que puedo estar bien cinco minutos y que los siguientes no me aguantan. Que puedo estar saltando y al instante estar rayada. Pero es que esas personas no me conocen. No saben lo que siento por dentro. No saben mis pensamientos, ni mis preocupaciones. No saben que, a veces, lo único que quiero es tumbarme en el sofá a escuchar música y evadirme de la realidad. No saben que cuando me duele algo, es porque de verdad lo siento por dentro. Que cuando digo "te quiero", lo digo de verdad. No soy de esas personas que suelen mentir, pero por alguien que me importa puedo llegar a hacer cualquier cosa. Me da igual lo que piensen de mi, solo me importan las opiniones de las personas que aprecio. Hago lo que quiero, cuando quiero, siempre dentro de un límite y si dentro de ese límite está incluido conseguir algo, lo conseguiré. ¿Que me pones verde?
Me da igual, siempre he dicho que será de la envidia, y si tu problema es que no soportas que a mi me vaya mejor que a ti, pues que se le va a hacer. Con esto no quiero decir que me de igual todo, no. No soy tan imbécil como para ignorar todo lo que ocurre a mi alrededor. Simplemente quiero que se den cuenta de que si paso de algo es para ser más feliz, pues no puedo pretender vivir siempre con preocupaciones en la cabeza y pensando en el qué dirán. Ahora mismo, lo único que me importa es vivir. Vivir, por que la vida es demasiado corta como para andarse con gilipolleces. Disfrutar, por que nunca se sabe cuando puede acabar algo. Vivir la vida al segundo y no pensar ni en el pasado ni en el futuro, aunque sea difícil de conseguir. Conseguir todo lo que quiero, ser capaz de ignorar a las personas que me hacen daño, conservar mis errores para no volver a cometerlos, tomármelo todo con filosofía, dejar huella, mantenerme firme en mis decisiones, y sobre todo darme cuenta de las cosas, porque se que soy demasiado buena y que, a veces, puedo llegar a confiar en personas que no se merecen ni que les mire a la cara cuando me hablan. Solo diré una cosa más, a esas personas, a esa gente, a todo el mundo que ha intentado o está intentando hundirme, buena suerte.