jueves, 23 de mayo de 2013

No pienses en lo que pueda pasar. No te dejes invadir por tus miedos. relájate y disfruta. Tienes a mucha gente a tu lado que te apoya, que te quiere, y algo también importante, que no te dejará caer. La vida es jodida, lo sé. Muchas veces te dará miedo y serás incapaz de dar un paso más. Muchas veces se reirá de ti y no podrás hacer como si nada. Muchas veces te puteará y tú tendrás que superarlo. Recuerda: No te dejes vencer, tú eres más fuerte, tú puedes con esa piedra, no dejes que se te caiga, y si en un supuesto caso lo hace, vuélvela a coger y sigue adelante. Sigue adelante por ti, por tus amigos, por tu familia y por todas las personas que te quieren y apoyan en este momento. Porque sí, vale, muchas veces da miedo innovar y conseguir nuevos propósitos por miedo a cómo puedan ser o por miedo a perder todo lo anterior. Esta vida nos pone obstáculos, nos pone constantemente a prueba. Nos engaña, nos intenta confundir. Pero todo para que nos hagamos más fuertes. Todo para que en un futuro podamos decir: "Estoy aquí gracias a mi. He llegado por mi mismo, por mis propios méritos después de todas las malas rachas que he pasado." Y eso es algo único y valioso. Date el lujo de permitírtelo.

miércoles, 22 de mayo de 2013

¿Dónde se quedaron todas las cosas que me volvían loca de pequeña? ¿Dónde está mi pasión por dibujar o por hacer abalorios? ¿Y aquellas ganas inmensas de cantar sin importar quién me oyera? Quiero saber dónde dejé todo eso, quiero saber en qué armario está guardado y una vez que lo sepa, abrirlo, sacarlo y volverlo a disfrutar. A veces, dejamos cosas de lado sin saber que más tarde las podemos echar de menos. Nos pasa a todos. Bueno, pues yo ahora echo de menos mi más absoluta inocencia, mi risa, mi imaginación, mis ganas de saltar, correr y gritar, mis "estúpidos" dibujos, mis creaciones más "sorprendentes"... Hay que ver qué ingenuos somos de pequeños. Con que poco nos conformamos. Podíamos hacer un dibujo, ya podía ser el peor dibujo de todos, que nosotros lo veíamos como una obra de arte. Podíamos cantar tan mal como nos podamos imaginar, que nosotros nos creíamos artistas. Y lo mismo nos pasaba con bailar. Podíamos imaginarnos miles de aventuras con un simple palo, ya sea desde una barita mágica que matara todos los dragones del mundo hasta una pistola que salvara la vida a nuestros amigos. O con una simple sábana, que puesta a modo de capa nos hacía pensar que podíamos volar. Luego, eso nos llevaba a saltar desde pequeños bancos haciendo caídas espectaculares, cuando nosotros pensábamos que se trataba del edificio más alto del mundo. Qué bellos recuerdos. Y pensar que eso se termina, que esa inocencia e imaginación desaparecen... a veces me gustaría volver a ser pequeña. Me gustaría volver a acurrucarme junto con mis muñecos y contarles miles de historias como si me escucharan de verdad, esconderme por toda la casa intentando que nadie me viera mientras me imaginaba que estaba en una misión secreta, escavar junto con mis amigos agujeros que podían suponer auténticas trampas para cualquiera que quisiera entrar en nuestro lugar secreto... Admiro la imaginación que tenía. No me arrepiento de nada de lo que fui, ni de nada de lo que hice. Gracias a eso soy como soy. Y estoy orgullosa de ello.

martes, 21 de mayo de 2013

Últimamente me da por recordar. Me da por citar cosas que en algún momento de mi vida me han dicho. Y las digo así, sin más, porque se me vienen a la mente, pero sobre todo porque poco a poco me doy cuenta de que son completamente ciertas. Las personas dicen las cosas por algo, todas tienen sentido. Si analizamos frase por frase lo que se puede llegar a decir nos daremos cuenta de que el 100% de nuestras palabras son dichas bajo la gran presión de un enorme sentimiento, que ya puede ser o bien de culpa, o bien de tristeza, o de alegría... Nunca decimos algo por decir, siempre va destinado a alguien o a algo y siempre por algo en concreto. "Perder a un ser querido puede ser el mejor argumento que recibas de la vida para apreciar a otros." Y ahora llega el momento de preguntarse: ¿Apreciamos a las personas que queremos todo lo que deberíamos? No. Lo que hacemos en vivir con ellas, disfrutar con ellas, incluso discutir con ellas, pero sin darnos cuenta de que puede que pronto, igual cuando menos nos esperamos, las podemos perder. Las decimos adiós, sin que ni siquiera se nos pase por la cabeza que podría ser el último. Las decimos te odio sin pensar en las consecuencias que pueden tener esas palabras. Todos hemos discutido con alguien que apreciamos. Todos hemos hecho enfadar a nuestros padres. A todos nos a costado pedir perdón e incluso decir te quiero... Lo que quiero que entendáis es que puede que muchas veces tengamos situaciones desagradables con gente que queremos, que ya pueden ser desde amigos que son como hermanos hasta familiares, puede que no lo demos sentido, puede que nos lo tomemos a la ligera pero tenemos que pensar que por muchos problemas que se puedan tener, todo tiene solución. Todo se puede arreglar. Y ya no solo arreglarlo para quedar bien y para tener una vida pacífica, sino que ya va algo más allá. Arreglarlo, porque puede que luego nos pase como con aquellas personas que ya no están, que nos sentimos como que nos queda algo pendiente con ellas. Hablad las cosas, decid todo lo que sintáis, exactamente por el mismo motivo. Aprovechad que los tenéis con vosotros, aprovechad que los podéis tocar y besar y no os dejéis influir por una discusión de nada, porque eso después os dará igual y lo único que querréis será verlos una vez más, decirles aunque sea un simple "hola" una vez más, tocarlos una vez más... Daos ese gusto ahora, luego puede ser demasiado tarde.
Te podrás caer miles de veces. Te podrán insultar todo lo que quieran. Te vendrás abajo en innumerables ocasiones, pero llegará un día en el que todo lo que haya pasado no importe. Llegará ese día en el que te superes a ti mismo, en el que superes a todos los demás. Ese día, en el que podrás decir: "Joderos todos. Lo conseguí. Superé mis metas. Y os callé la boca a muchos que pensabais que no podría." Tendréis la ocasión de disfrutar y de reíros. Sí exacto, de reíros de vosotros mismos por la de tonterías que habréis podido llegar a hacer hasta conseguirlo. De reíros de todos aquellos que os intentaron tirar, que os intentaron tirar a vosotros y a la piedra que constantemente subíais por esa cuesta tan empinada que es la vida. Tendréis la oportunidad de echaros en cara todas esas veces que casi os rendíais, pero también de felicitaros por no haber sido tan ignorantes como para abandonar en esos momentos de bajón. Y la oportunidad de ver como se les cae la mierda a muchos de los que os odian y os quieren ver perder. Ese camino no es fácil, eso está claro. No es fácil seguir luchando cuando de lo que tienes ganas es de sentarte a descansar. No es fácil ganar cuando hay mucha gente que intenta hacerte perder a toda costa. No es fácil intentar conseguir lo que deseas, y mucho menos cuando lo intentas en días en los que no eres capaz por cualquier motivo. Así que recuerda: "Todos los golpes dolerán, pero sólo hasta que llegue el día en el que cumplas tu sueño y ya no los recuerdes."

viernes, 17 de mayo de 2013

A veces me pasa una cosa. Pasa que veo una foto. La miro detenidamente y recuerdo ese mismo momento. Ese momento con una persona especial y lo que pasa es que no se si sonreír por los buenos ratos que me hizo pasar o llorar porque no se volverán a repetir. La toco, y en un primer momento me sale una sonrisa. Comienzo a recordar absolutamente todo lo que pasamos juntos. Comienzo, a veces a imaginarme que ese momento se vuelve a repetir. Esa foto, de ese momento. Puede que sea bueno. Puede que sea malo. Pero de una manera u otra te hace recordar, te hace pensar, te hace sonreír e incluso a veces arrepentirte. Te hace recordar cada momento. Si es bueno te hace sonreír y querer repetirlo y si es malo pensar qué lo pudo ocasionar. En ocasiones lo que pasa es que te arrepientes. ¿Por qué? Pues porque puede que fuera, por ejemplo, una discusión. Una discusión sin sentido, de esas en las que las dos personas sois igual de cabezonas o que incluso empezáis de bromas y acabáis de verdad. Una discusión tonta. Y por esa discusión ahora mismo no os habláis. Y piensas: ¿de verdad somos así? ¿de verdad nos perdimos el uno al otro por algo insignificante? Sí. Esa es la realidad. Esa es la puta realidad. ¿Y qué nos hace ser así? El orgullo, está claro. Eso es lo más triste de todo. Que perdemos a personas que nos importan de verdad por el orgullo. Pero yo os digo una cosa: Llegará el día en que nos arrepintamos. Llegará el día en que veamos a esa persona, intentemos arreglarlo y ya no podamos hacer nada. Así que sed precavidos, dejar el orgullo de lado porque si no...llegará el momento en el que no podamos volver atrás y si en tal caso de que se intente...debido al tiempo que ha pasado ya no será lo mismo...ni mucho menos..

miércoles, 8 de mayo de 2013

Está claro, mi manera de pensar no va a coincidir con la de nadie. Pero es que ni la mía, ni la tuya, ni la suya, ni la del de más allá. Todos sabemos que cada uno tiene una forma de pensar ¿verdad? Lo que yo pienso que es negro el otro piensa que es blanco. Y esto pasa con todo, no sólo con las opiniones. También pasa con los gustos. A mi me gusta el azul, pero es que al otro le puede gustar más el rojo. La verdad es que siempre me he preguntado una cosa: ¿Por qué todo el mundo critica a los demás por el gusto o por su forma de pensar? ¿Por qué no se les puede dejar que piensen y que hagan lo que quieran? Está claro, por que somos demasiado curiosos, aunque bueno, yo más bien diría que es porque nuestra vida gira en torno a la de los demás en vez de en torno a la nuestra, por que no sabemos vivir sin antes saber lo que le ha pasado al de al lado y porque no sabemos hacer otra cosa que juzgar a las personas por su apariencia. Y es que, lo más triste de todo, ¡es que disfrutamos con ello! Disfrutamos hablando de la persona de al lado. "Y porque esta se ha ido a no se donde. Y que el otro ha dejado a su novia. Y que mira qué le ha dicho el otro a este..." ¿Cómo somos así? ¿Cómo es que no sabemos vivir a lo nuestro? Yo no me lo explico. A mi no me acaba de entrar en la cabeza. Pero es que ahí no queda la cosa. La cosa es que criticamos al de al lado, pero le criticamos a las espaldas. En vez de preguntárselo directamente a él, se lo preguntamos a otro que quizás tenga más información. Y así se nos pasa la vida. Es como un círculo. Un círculo de prejuicios, preguntas y opiniones. Yo se lo pregunto a este y este se lo pregunta al otro. Pero es que al día siguiente es al revés: El otro se lo pregunta a este y este me lo pregunta a mi. Y así continuamente. No señalo a nadie, porque todos somos igual, hasta yo me incluyo. Estoy empezando a pensar que nos viene por naturaleza, porque si no...no hay otra explicación.

martes, 7 de mayo de 2013

De pequeña me solían decir: "Quién bien te quiere te hará llorar". Yo no entendía esto. Me solía preguntar: "¿Pero qué decís? ¿Cómo me va a hacer llorar alguien que me quiere? ¿No se supone que si me quiere no me quiere ver sufrir ni nada por el estilo?". La verdad es que nunca entendí esa frase, y la verdad es que la sigo sin entender muy bien. No la entiendo, pero sin embargo se que es completamente cierta. Seguro que a vosotros también os ha pasado eso de tener un mal día en el que no quieres hablar con nadie, ni quieres que te hable nadie. Un día de esos en los que quieres estar metida en tus asuntos porque estás demasiado sensible y borde. Y de repente viene alguien importante para ti. Te habla. Tú, no le quieres contestar mal. Te pregunta. Lo intentas con todas tus fuerzas. Pero es que el mal día puede contigo, y lo acabas haciendo. Como producto del enfado no te das cuenta cuando lo dices, pero cuando pasan unos segundos sientes un nudo en el estómago. Y ese nudo va subiendo poco a poco. Y llega a tu garganta. Ahora quiero que imagines una cosa: imagina que esa persona es tu abuela. ¿Cómo te sientes? ¿Cómo te sientes al saber que una de las personas que más te quiere te ha venido a decir algo con toda la buena voluntad del mundo y tu te has mostrado así con ella? Pues yo me siento mal. Y pienso: "Llegará el día que no la tenga. También llegará ese día en que no me cante. Llegará el día en que no me ofrezca chocolate, ni un poco más de pastel. Llegará ese día en que todas sus broncas acabarán en mi memoria y olvidaré su voz. Ese día en el que echaré de menos todo, absolutamente todo, de ella. y no lo podré recuperar." Y ahora tú, piensa. ¿No es para llorar? ¿No es para que ese nudo que se te forma cuando la contestas mal te vuelva en este mismo instante? Dime, ¿de verdad no tienes ese nudo ahora mismo? ¿de verdad no te dan ganas de abrazarla?

lunes, 6 de mayo de 2013

Mira la vida a tu manera. Haz lo que quieras hacer, haz lo que te guste, porque después de todo te van a criticar igualmente. Piensa en ti porque si no lo haces tú, ¿quién lo va a hacer? Nadie se jugará la vida por ti, la gente es demasiado egoísta. Disfruta todo lo que puedas al instante, no pierdas ni una sola oportunidad porque muchas de ellas no vuelven. La vida es mala, te va a hacer sufrir, muchas veces hará que te caigas, pero tu tendrás que levantarte de nuevo. No dejes que nadie y mucho menos la vida pueda contigo. Todos sabemos que la vida es jodida, todos sabemos que las personas son jodidas, todos sabemos que las situaciones son jodidas pero hay que afrontar todo con positividad. Hay que encarar todo y hacerlo lo mejor posible. Hay que destacar, hacerse notar. Hay que demostrar a todo el mundo que tú puedes con todo lo que te venga y más. Pero por muchos malos momentos que vengan siempre habrá momentos de alegría. Por muchas personas que te intenten joder, siempre habrá unos pocos que te apoyen y quieran que, aunque sean una minoría entre muchos, serán los únicos que sacarán una sonrisa de ti, serán los únicos que harán que pases los mejores momentos de tu vida y los únicos en los que pensarás cuando tengas que hacer algo porque sabrás que ellos harían lo mismo por ti. Hoy ha llegado el momento en el que daré gracias a esas personas, porque son las únicas que me levantan el ánimo cuando estoy mal, porque son aquellas que se que por muchos enfados que tengamos siempre volveremos a contentarnos. Son aquellas a las que quiero, a las que aprecio y a las que ni se me pasaría por la cabeza perder.