martes, 17 de enero de 2012

Un día de esos...

...en los que no te apetece hacer nada. Simplemente tumbarte en el sofá y quedarte durmiendo toda la tarde, relajarte, fugarte de la realidad, pensar en otras cosas, en otros objetivos. Taparte con una manta y librarte de ese frío. Apagar la luz y viajar a tu mundo, a tu fantasía, a tu sueño. Imaginar que no tienes problemas, que nada te hace daño. Que todo es felicidad y alegría. Que te sientes bien, que es el mejor día de tu vida. Imaginar por un momento que todo es diferente. ¿A quién quiero engañar? Es exactamente lo contrario.

domingo, 15 de enero de 2012

Te das cuenta.

Y por fin te das cuenta. De que cuando le ves pasar se te revoluciona todo. De que en el fondo las cosas más pequeñas son las más importantes. De que lo importante es ser feliz. Y sobretodo eso, ser feliz. ¿Que más da si eres de esta forma o de la otra? ¿Si eres gay o hetero? ¿Si te gusta el reggae o el reggaetton? Lo importante en la vida es ser feliz. Sí vale, se que hay personas que te impiden serlo. Que te joden de maneras interminables y no te dejan levantarte de tus caidas. ¿Pero que más da lo que piensen? A ti no te debería de importar. A ti menos que a nadie. Por que tú eres la primera persona que me dijo: sé feliz, riete, llora, salta, canta, haz todo lo que apetezca, pero recuerda, hazlo por tí. Fuiste tú. Y vale, sé que hay momentos de bajón. Momentos en los que te importan demasiado las cosas y lo que diga la gente, por que a todo el mundo alguna vez en la vida le importa. Pero lo que tienes que hacer es dejarlo a un lado, olvidarte de ello, correr, gritar como si estuvieras loco, como si no te importara nada más que tú, decirle a esa persona que la quieres, que te mueres por ella, sonreír, y ¿sabes qué? La gente dirá lo que quiera. Pero tú serás feliz. Y eso es lo único que importa.

lunes, 9 de enero de 2012

Y esa sensación...

...de si lo estás haciendo bien. De si lo que harás es lo correcto. Esa sensación cuando le ves por los pasillos y sientes un cosquilleo en el cuerpo. Y esa otra cuando no te saluda. Esa de cuando le miras y te sonríe y ya no te cuento cuando le tocas y te dice "¡Hola pequeñaja!". Cuando le miras sin que se dé cuenta una y otra vez y saber que cada día te gusta más y más. Cuando ves a otras parejas y tú solo quieres que fuera así, que te besara así, que te abrazara e hiciera cosquillas de ese modo...Esa sensación de que nunca le tendrás y esa otra de ojalá todo fuera como en mis sueños. Todas esas sensaciones, todas diferentes, cada una con algo que no sabes lo que es peor te encanta. Todas por su culpa. Y es que te gusta demasiado.

jueves, 5 de enero de 2012

Ya nada es igual.

 Sin saber por qué, todo lo que creías que iba como las rosas para a ser la peor de tus pesadillas. Pasas de tenerlo todo, a no tener nada. De ser la más querida de la casa, a ser la cria rebelde que no sabe hacer otra cosa que salir de fiesta. Pasas de meterte a la cama a las diez y media de la noche, a quedarte hablando con esa persona que te gusta. De que todo te haga ilusión, a que no te importe nada. Pasas a esa etapa en que pasas de todo. A esa etapa en que todo te da exactamente igual. O eso es lo que piensan los demás. Pero tú sabes que no es así. Sabes que en el fondo todo te importa demasiado. Te importa tanto que a veces incluso no duermes por pensarlo. Sabes que aunque todo esté mal siempre hay un lado positivo. Que aunque no tengas nada, eres feliz con eso poco. Que tu disfrutas saliendo de fiesta y a quien no le gusta que no mire. Sabes que en el fondo dormirte a las diez y media de la noche es lo que más te apetece...pero sobre todo sabes que nada será igual, que ya nunca te despertarás con esa alegría como cuando eras pequeña, te das cuenta que en tu familia las cosas no van bien, y que lo que más quieres es que todo vuelva a ser como antes. O al menos para algunas cosas. Sabes que lo hechas de menos.