martes, 29 de mayo de 2012

Cosas..

Simplemente pasa el tiempo, rápido, fugaz, un día tras otro. Y casi sin darte cuenta te ves sentada en un banco mirando mensajes antiguos. No has borrado ninguno, y todos los recuerdos que te puedas imaginar están ahí. Todas la palabras dichas te bombardean como piedras. Como si te quisieran matar. Todos los sentimientos encerrados salen de nuevo como una luz cegadora que no te quiere dejar ver. Exacto no te deja ver, no te deja ver todo lo que has perdido. No te deja ver todo lo que has dejado escapar por culpa del puto orgullo. ¿Por qué fui así? ¿Por qué me comporté de esa forma? Esas preguntas se te repiten una y otra vez en tu cabeza, la sensación de culpabilidad no te deja en paz y en lo único que piensas es en que quieres recuperar la confianza. Solo piensas en que todo vuelva a ser como antes. Pero por desgracia los dos fuimos igual de imbéciles y dejamos escapar una amistad por cosas de niños pequeños.

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