lunes, 4 de marzo de 2013
Hoy es uno de esos días en los que lo único que me apetece es tumbarme en el sofá y quedarme dormida escuchando música. Sí, muchos ya sabréis de que música hablo. Que deciros...es el más grande. Es escucharle y que se me pongan los pelos de punta. Es leer sus letras y saber que todas, exactamente todas tienen razón. Muchos, le catalogáis de porreta y otras muchas cosas pero yo os digo una cosa, no juzguéis sin conocer antes el trabajo. No juzguéis sin haberos parado antes a escuchar. No lo hagáis, por que puede que un día se os caiga la mierda a la boca, y esto no lo digo por nada en especial simplemente por que conozco a más de una persona que se la ha caído. El caso es que por muchas veces que escuche sus canciones no me canso, sus letras, su ritmo, todo me empuja a pensar que es el mejor, todo me empuja a que un escalofrío me recorra el cuerpo cada vez que lo oigo. Él, con sus defectos e imperfecciones con sus más y sus menos, con unas canciones u otras. Él, siempre es él. Swan Fyahbwoy.
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