sábado, 20 de abril de 2013
Déjate guiar por tu instinto. Deja que suceda lo que tenga que suceder. No pienses. Guíate por las sensaciones. Escucha a tu corazón, pero no te olvides de tu cabeza. Siente. Pero recuerda que tienes que tener uso de razón. Disfruta. Ama. Odia. Haz lo que te apetezca en ese momento. No dejes que nadie te pare. Tú solo tienes las riendas de tu vida. Tú solo tienes el control. Tú solo puedes hacer que un momento insignificante sea especial. Valora lo que tienes e intenta no perderlo, aunque si da la casualidad de que no queda otra que dejarlo ir, olvídate de ello. Vive la vida como si fuese la última. Da igual el tipo de creencia que tengas, da igual si crees en la reencarnación, en la existencia de un mundo más allá de este o incluso si sabes que esto será lo único. Da igual, tú disfruta. Déjate llevar por la vida y por todo lo que traiga con ella. Por que si algo es seguro en este mundo, es que todo se va a acabar, es que todos, tarde o temprano vamos a morir. Y después, no se sabe. Así que, ahora toca vivir el momento.
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